martes, 2 de agosto de 2011

Mano a Mano


Mano a mano
Música: Carlos Gardel y José Razzano
Letra: Celedonio Flores

Rechiflao
en mi tristeza
hoy te evoco y veo que has sido
en mi pobre vida paria
sólo una buena mujer,
tu presencia de bacana
puso calor en mi nido
fuiste buena, consecuente
y yo sé que me has querido
como no quisiste a nadie,
como no podrás querer.

Se dio el juego del remanye
cuando vos, pobre percanta,
gambeteabas la pobreza
en la casa de pensión,
hoy sos toda una bacana,
la vida te ríe y canta,
los morlacos del otario
los tirás a la marchanta
como juega el gato maula
con el mísero ratón.

Hoy tenés el mate lleno
de infelices ilusiones,
te engrupieron los otarios,
las amigas, el gavión,
la milonga entre magnates
con sus locas tentaciones
donde triunfan y claudican
milongueras pretensiones,
se te ha entrado muy adentro,
en el pobre corazón.

Nada debo agradecerte,
mano a mano hemos quedado,
no me importa lo que has hecho,
lo que hacés, ni lo que harás,
los favores recibidos
creo habértelos pagado
y si alguna deuda chica
sin querer se me ha olvidado
en la cuenta del otario
que tenés se la cargás.

domingo, 24 de julio de 2011

La insoportable levedad del ser


Cuando Tomás regresó de Zurich a Praga, le invadió una sensación de malestar al pensar que su encuentro con Teresa había sido producido por seis casualidades improbables.


Pero ¿Un acontecimiento no es tanto más significativo y privilegiado cuantas más casualidades sean necesarias para producirlo?

Sólo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensaje. Lo que ocurre necesariamente, lo esperado, lo que se repite todos los días, es mudo. Sólo la casualidad nos habla. Tratamos de leer en ella como leen las gitanas las figuras formadas por el poso del café en el fondo de la taza.


Tomás apareció ante Teresa en el restaurante como la casualidad absoluta. Estaba sentado junto a un libro abierto. Levantó la vista hacia Teresa y sonrió: "Un coñac". En ese momento sonaba la música en la radio. Teresa fue a buscar el coñac y giró el botón de la radio para que sonase aún mas alta. Reconoció a Beethoven. Lo conocía de cuando fue a su ciudad un cuarteto de músicos de Praga. Teresa (quien, como sabemos, deseaba algo "mas elevado") fue al concierto. La sala estaba vacía. Además de ella sólo estaban el farmacéutico local y su mujer. De modo que en el escenario había un cuarteto de músicos y en la sala un trío de oyentes, pero los músicos fueron tan amables que no suspendieron el concierto y tocaron toda la noche, para ellos solos, los tres últimos cuartetos de Beethoven.


Después el farmacéutico invitó a los músicos a cenar y le pidió a la oyente desconocida que les acompañara. Desde entonces Beethoven se convirtió en la imagen del mundo al otro lado, del mundo que deseaba. Mientras le llevaba el coñac a Tomas desde la barra, trataba de interpretar aquella casualidad: ¿Como es posible que precisamente mientras le lleva el coñac a ese desconocido que le gusta, oiga Beethoven?.


No es la necesidad, sino la casualidad, la que está llena de encantos. Si el amor debe ser inolvidable, las casualidades deben volar hacia él desde el primer momento, como pájaros hacia los hombros de San Francisco de Asís.

jueves, 10 de febrero de 2011

Danza !


Córdoba- Argentina

lunes, 10 de enero de 2011

fall in A-mor.



“Enamorarse”; en inglés, se traduce: “Fall in love.”

Recién cuando escribía el verbo “enamorarse”, pensé que en realidad, enamorarse en español, es mucho mas hermoso que enamorarse en inglés. Digo, y no solo la palabra…

Fijate que ENAMORARSE Implica: EN-AMOR. (Estar en un lugar altísimo, da vértigo, porque hay que trepar la letra A para alcanzar el -mor, ¡es terrible!).

También pensaba que este verbo, siempre esta acompañado de la preposición “de”: Enamorarse de… “Me enamoré de Felipe” “Estoy enamorado de vos”. Entonces, básicamente la palabra significa estar en el amor de otra persona. Y ojo que “en”, podría ser EN-vuelto, estar envuelto en el amor de una persona. Definitivamente enamorarse en español, es mil veces más hermoso que fall in love; y no solo la expresión léxica...

Todas las definiciones que encontré en los diccionarios hablan de la atracción de sexos opuestos. (Restringen el amor a las personas del mismo sexo), vale decir que de entrada los diccionarios se equivocan, no podemos confiar en los diccionarios, ni en la academia española, que es Real. Eso me dio libertad para seguir escribiendo.

Entonces propongo una definición más analítica y literal. Estar envuelto en amor. No voy a entrar en el vertiginoso universo de la palabra amor, porque es demasiado inmensa y aparte, no entiendo nada de ese asunto.

Salta a las claras que enamorarse está mucho más bueno que fall in love.

Fall: Caer
Caerse en el amor, ¡como tropezar con una trampa (la del enamorador, o la enamoradora) y caerse! (Ese lugar altísimo del Amor castellano, en este idioma está abajo, porque uno no se cae hacia arriba, claro)

Leí que en la antigüedad, los sentimientos, emociones, deseos… eran vistos como algo inferior a la razón. Por eso hablaban de “caer”. No se trepa a ningún lugar hermoso, al contrario, se abandona ese terreno firme y seguro de la razón, para caerse en el amor. Pobres los que se fall in love… Disgusting!

Por ejemplo, “She is falling in love with Paul”.
With: Con
(Ella se esta cayendo en el amor con Pablo.)
Ambos caen. No hay lugar hermoso, ni alto. Nadie esta envuelto, hace frio allá abajo, y encima, caerse, no está bueno. Si no apoyás las manos o caes mal, te podés quebrar una arteria y esas cosas.

Hay ciertas cosas de las que no se puede escribir, ni en inglés, ni en español, ni en jeringoso. Cuando los recursos expresivos del idioma nos quedan chicos viene el arte!
Y volviendo al tema de enamorarse, y las palabras. Caerse en love, fall in amor, caer hacia arriba, envolverse desde abajo… qué se yo. Siempre se va tratar de eso.